Reseña de 'Soldados de Salamina'

Una novela que —gracias a la investigación periodística—, le dio nombre a un saldado, un héroe anónimo.

Nota: este artículo lo publicaré sin hacer correcciones de ortografía, esto para poner a prueba la calidad de mi redacción. Pido disculpas por ello, corregiré mas tarde. También me parece que tema de esta obra combina bien con el tema musical 'Mercy' de One Republic, espero que lo disfrutes mientras lees.  


     Tengo un historia que me une a esta novela, pero igual se las cuento: Estaba yo en mi lugar de trabajo cuando noté que en mi cuenta bancaria existía un monto que al principio era desconocido para mi, luego corroboré que correspondía a un pago de un trabajo realizado cuatro meses antes y, como era 24 de diciembre, decidí a comprarme un regalo de navidad ¿y por qué no? me porte bien durante todo el año, así que decidí ejercer mi derecho, y mas si el dinero es mío.

     Entonces pues, salí en busca de ese regalo perfecto para mi —y como no se puede esperar otra cosa de un Bibliófilo—, decidí comprarme... ta-ta-ta-taaan: ¡LIBROS!. Naturalmente, no fueron uno ni dos, fueron varios. Entre en una tienda y compré unos cuatro o cinco libros y como eran libros que quería leer pero no era precisamente aquellos que tenia en mente adquirir, al salir de esa primera tienda me dirigí a otra tienda.


     Como era de esperarse, fue uno de los días mas fuertes de la temporada decembrina y como era víspera de navidad la gente estaba desatada comprando regalos del "niño Jesús" como se dice comúnmente o los regalos de "Santa" como dicen los mas sifrinos. Todo el centro comercial era una algarabía, pero yo no me distraje, tenia la mente enfocada en una sola cosa: ¡LIBROS!.

    Encontré otra librería, y me puse a recorrer los pasillos y a maravillarme con algunos precios a la vez que me asustaba con otros, escogí otros cuatro o cinco libros, no recuerdo exactamente, entonces decidí unirme a la larga, pero larga, fila para cancelar mis compras, pero como todo venezolano en la actualidad está acostumbrado a hacer colas, pues espere con "gusto" mi turno de pagar detrás de una chica muy linda (hasta ahora, todo me paso igual que en la librería anterior).

    De pronto, se me acerca un hombre y me pregunta: ¿eres el ultimo de la cola? y le respondí afirmativamente y se une a fila después de mi, al principio no le preste ni la mas mínima atención, yo me encontraba mas interesado en ver los libros de las estanterías que no iba a comprar —por si se me ocurría cambiar de opinión—. El hombre, al ver mi interés en los libros comenzó a sacarme conversación, cosa para nada extraña en un país con gente por demás de simpática y con una gran capacidad de entablar conversaciones interesantes con cualquier desconocido.

—¿Qué novedades hay? —Me preguntó.
—De todo un poco le respondí —no sabia que responderle, su pregunta me tomó fuera de base, pero como note que sus ojos estaban clavados en los libros que tenia por pagar y en aquellos que tenia en la bolsa que ya había comprado, resolví mostrarle lo que llevaba.

      Y así comenzó esa breve "lecto-amistad", por así decirle, comentamos sobre varios libros, nos dimos recomendaciones y reseñas de libros que, según el criterio de cada quien, eran buenos. Fué entonces que me fije en sus características físicas: era mucho mas alto y mas corpulento que yo, de unos treinta a cuarenta años —quizá hasta mas—, de tés muy blanca propia de los descendientes de inmigrantes europeos, y una forma de hablar con un fuerte tono de erudito que caía en la petulancia odiosa de los sabiondos.

     Creo que la principal razón por la que se vio motivado a entablar conversación conmigo fue aquel incomodo sentimiento que tenemos todos los lectores (y lectoras) de no tener a nadie con quien compartir (FANGIRLEAR) todo acerca de los libros. Al igual que yo, él también tomaba los libros de las estanterías, los ojeaba apenas, reflexionaba acerca de su sinopsis, autor, edición y precio y si no le parecía atractivo lo devolvía no sin antes darme un comentario, yo hacia lo propio con otro libro y aquellos que me gustaron mucho le dije: Vendré por el luego, a lo que él me respondía con sonrisa de complicidad.

—Te gusta leer muchos autores nacionales —Me dijo al advertir que en mi haber se encontraban obras de venezolanos tales como: Trillizas de Carlos Da Silva, Retrato de un Caballero de Miguel Gomes, La Dama Oscura de Sonia Chocrón, Identidad Compartida de Rafael Baralt Lovera y una antología de cuentos de Jorge Rodríguez Gómez.
Puedes ver los libros que compre para la navidad de 2016 en mi cuenta de Instagram:
 @ORTAKEV
—No me limito solo leer a nacionales —respondí—, me gustaría comprar libros famosos y altamente comerciales como la saga de Trono de Cristal de Sara J. Mass, Shatter Me de Tahere Mafi o sin ir muy lejos la nueva edición de "Animales fantásticos y donde encontrarlos", pero como la situación del país no lo permite, le doy una oportunidad a los autores de aquí, que son iguales y hasta mas de buenos que los internacionales, y claro, más accesibles.

     Me dio la razón en todo lo que le dije y la conversación se en rumbo al relato de un viaje que mi interlocutor hizo a España que le permitió conocer en un evento —no recuerdo si era una feria o presentación de un libro— a un autor, no recuerdo cual y que según él, era portador de una gran calidad humana y que además es "tremenda persona". De pronto su mirada se fijo en un libro, lo tomó y me lo mostró.

—Ese libro me lo recomendaron, lo leí ¡es buenísimo! —dijo con gran entusiasmo— tienes que llevártelo y leerlo, no te vas a arrepentir, es muy bueno.

     Por un momento sentí que me quería meter el libro por los ojos, lo tome y lo vi. Me pareció que estaba a buen precio, tenía una buena edición, y en la esquina inferior derecha había un pequeño cuadro amarillo donde se lee "mas de un millón de ejemplares vendidos" no le di mucha importancia, pero cuando le di la vuelta para leer la parte trasera del libro me encontré con una con una frase escrita nada mas y nada menos que por Mario Vargas Llosa, premio nobel y uno de mis escritores favoritos, que decía:

«Un libro magnífico..., uno de los mejores que he leído en mucho tiempo.»
 —Mario Vargas Llosa

             Yo quedé por lo tanto como dirían los españoles "Flipando" y mi impresión aumentó cuando detallé la calidad de la edición y leí la sinopsis.  

Sinopsis:
Un joven periodista indaga en un episodio ocurrido en los meses finales de la guerra civil española, cuando las tropas republicanas se retiran hacia la frontera francesa y se toma la decisión de fusilar a un grupo de presos franquistas. Entre éstos se halla Rafael Sánchez Mazas, fundador e ideólogo de falange, que no solo logra escapar de su fusilamiento, si no que, cuando salen en su busca, un soldado anónimo le encañona y, en el último momento, le perdona la vida. Sánchez mazas nunca olvidará a aquel soldado que no lo delató.

Aquel compañero anónimo que me recomendó fuertemente  este libro, en definitiva, estaba en lo cierto, el libro es buenísimo. Les contaré de forma breve y rápida algunas cosas sobre este libro para no cometer el pecado del "SPOILER".

     Está narrado en primera persona por el propio autor, cosa que me pareció interesante ya que es lo primero que leo de Javier Cercas quien comienza contándonos los aciertos y desaciertos que fueron parte de su vida mientras se iniciaba en el mundo como escritor y periodista.



    La obra está dividido en tres partes, estando la primera titulada "Los amigos del bosque", en gran medida reservada para el propio autor que nos cuenta de una manera muy cercana, casi palpable su vida antes y durante la composición y ademas inicia los primeros detalles de lo que fue la existencia de Sánchez Mazas, y como conoce aquellos  compañeros que le ayudaran a atravesar con vida aquel bosque fronterizo con Francia luego de escapar ileso de su fusilamiento.

       Seguidamente, en la segunda parte "Soldados de Salamina" se enfoca mucho mas en los hechos históricos donde fue protagonista el personaje de Sánchez Mazas. Sinceramente, esta es la parte mas engorrosa de la lectura, está muy cargada de detalles de investigación que, para mí en particular, me parecen irrelevantes. No estoy queriendo decir con esto que la obra está mal, al contrario, debo alabar la tremenda investigación del autor, la cosa es que, personalmente,  no me interesan los detalles de la guerra en España, es todo.

       La obra cierra con una tercera parte "Cita en Stockton", no le daré ni una explicación del porqué se titula así para evitar Spoiler, pero si les mencionaré que hace acto de presencia en esta parte el famoso escritor Roberto Bolaño, quien se hace íntimo amigo de Cercas y le hará mención de un hombre que conoció en el pasado, un veterano de varias guerras que se apellida Miralles. Para darle un sentido completo a su obra, Cercas sentirá la necesidad de buscar a Miralles para saber sí fue él o no, aquel joven soldado anónimo que le perdonó la vida al protagonista de su libro.

 ¿Será Miralles el héroe de la historia?

     Soldados de Salamina, es una novela que en más de una oportunidad me obligo a luchar en contra de las lagrimas rebeldes que amenazaban con hacerme llorar en público, con ese testimonio tan real, pero a su vez tan cargado de "aire novelesco" y que al final te deja con una grata sensación de satisfacción y de cariño por esos personajes tan reales como sus historias, y que nos hacen ver como los las organizaciones gubernamentales se aprovechan de la juventud y vida de aquellos soldados que mueren en estúpidas guerras desde antes perdidas.

     En definitiva, como me lo dijeron a mí, Soldados de Salamina es un libro que deben de leer, no se van a arrepentir. Este libro me dejó lo bueno de compartido con aquel soldado/héroe tan anónimo  como aquel amigo en la librería que recomendó esta gran lectura. No pude agradecerle por la recomendación, pero al menos le deseé una feliz navidad antes de salir de la librería.  Ya luego no pude mas que ponderar a este libro con menos cinco (05) estrellas.



    No me despido sin antes no citarles la frase arranca lagrimas.  
"...aparece un desierto interminable y ardiente y un soldado solo, llevando la bandera de un país que no es su país, de un país que es todos los países... joven, desharrapado, polvoriento y anónimo, infinitamente minúsculo en aquel mar llameante de arena infinita... sin saber muy bien a donde va, ni con quien va ni por qué va, sin importarle mucho siempre que sea hacia delante... siempre hacia delante."
—Javier Cercas.
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